En los dispositivos Garmin siempre me ha llamado la atención la contradicción entre las potentes funcionalidades que proporcionan y los fallos tontos que incorporan. Recientemente me he comprado un Garmin Forerunner 235. Me ha reafirmado mi percepción: un excelente dispositivo con pequeños detalles (alguno no tan pequeño) en los que falla. Os comento varios de ellos para que no os volváis locos pensando que es vuestro reloj el que no va bien (me he paseado por los foros para validar que no sólo me pasaban a mi y he comprobado que era así). Vamos con los fallos Garmin Forerunner 235:
Retroiluminación. La retroiluminación puede configurarse para determinar el tiempo que debe estar activa (5 segundos, 15 segundos, 30 segundos, …). No te canses, no va. Pongas lo que pongas la luz se apagará siempre a los 8 segundos. Es un fallo reconocido por Garmin. Dicen que se solventará en futuras versiones.
Cambio de configuración. El Garmin Forerunner 235 tiene vida propia en este tema. Hay parámetros de la configuración que vuelven a su valor por defecto sin que tú se lo indiques. En concreto, el sistema de unidades (cuando te descuides estarás en millas, pulgadas, libras) y el formato de hora (lo pone a 12 horas). Teóricamente, era un problema solucionado con la versión 1.70 de software (tu versión puedes verla en «Menu/Configuracion/Sistema/Acerca de«). Mi Garmin está en esa versión y el problema persiste. En los foros hay gente que dice que configurando su perfil en la web de Garmin Connect lo ha solucionado. No ha sido mi caso.
Pulsaciones. Con el sensor óptico las pulsaciones no siempre van bien. En un momento determinado, se disparan. Os enlazo un artículo de un colega en el que explica el tema con detalle: https://elsuenodenuevayork.blogspot.com.es/2016/03/garmin-forerunner-235-decepcion-como.html En mi opinión, aunque es una pena, no es algo tan drástico como para renunciar al Garmin Forerunner 235.
% de carga total. Al cargar el Garmin hasta el 100%, una vez desconectado del cargador, el % baja de forma inmediata al 99%, o incluso algo menos. Hay varias teorías. La que me parece más plausible es que, como no es bueno sobrecargar la batería, cuando el porcentaje de carga indica 100%, realmente aún no ha llegado y es un poco más bajo. No hay que preocuparse por este tema.
Pulso con temperaturas bajas. El sensor óptico se basa en que la sangre que se bombea a través de los capilares de la piel. Cuando estás frío los capilares empiezan a constreñirse, lo que hace más difícil para el sensor encontrar el pulso. Resultado: si sales a hacer ejercicio a temperaturas bajas, el pulsómetro de la muñeca no te funcionará bien.
Actividad en horas de sueño. Para mí es magia el que el aparatito sepa cuando estoy durmiendo y con qué intensidad. Parece que para él también. La decisión la toma en función de tus movimientos (de muñeca, que es en donde está el reloj con su acelerómetro) y de la hora del día. Consecuencia, si a la hora en la que él cree que tu debes estar durmiendo tu muñeca se menea poco, se cree que estás dormido, provocando efectos curiosos. El que más me ha llamado la atención es el de un colega que salió en bici de madrugada. Como era hora de dormir y la mano en el manillar se mueve poco, aunque le indicó al dispositivo que había empezado una actividad, éste consideró que estaba durmiendo durante la misma. Así que, si es hora de dormir y no lo estás, déjale bien claro que estás despierto o no se dará por aludido. Otra (ésta me ha pasado a mí) es que, estando dormido 1 hora después de la que tengo configurada como hora de levantarme, me ha despertado el reloj vibrando al enviar el mensaje de inactividad («muévete»). En este caso, mi consejo es que, antes de pegarle con el zapato, te acuerdes de su precio :).
Nos vemos.
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