Como medir la frecuencia cardíaca de diferentes formas
A medida que nos vamos adentrando más y más en el mundo del deporte y del entrenamiento planificado necesitamos conocer más y más datos. Estos datos nos ayudan a llevar a cabo ese entrenamiento obteniendo el mayor beneficio posible. Algunas de las variables que nos interesa controlar a la hora de realizar la actividad deportiva son el ritmo, la velocidad, el esfuerzo, … en definitiva la intensidad a la que estamos trabajando. Hasta la reciente aparición de los potenciómetros la forma de saber si bajamos, mantenemos o subimos la intensidad de la actividad que estamos realizando era mediante la medición de la frecuencia cardíaca. A continuación vamos a ver como medir la frecuencia cardíaca y la evolución en la forma de realizar esta medición.
Cómo medir la frecuencia cardíaca de manera clásica
La forma más sencilla es la que todos conocemos desde el colegio, sin necesidad de ningún aparato, simplemente con nuestros dedos sobre la arteria radial (en la parte inferior de la muñeca) o con la mano sobre la región precordial (encima del corazón).
Ocasiones en las que se debe tomar el pulso
- Antes de la actividad: se tomará:
- Durante 1 ó ½ minuto.
- En la arteria radial, con los dedos índice, anular y medio.
- 1 ó 2 minutos antes de comenzar la actividad.
- Durante el ejercicio
- En 6 segundos y se multiplica por 10.
- A mitad de la actividad, deteniéndose por un instante, y luego continuar.
- En la región precordial.
- Después de la actividad
- En 6 segundos y se multiplica por 10.
- Inmediatamente que finaliza la actividad.
- En la región precordial.
- Durante la recuperación
- En 15 segundos y se multiplica por 4.
- A los 3 minutos después de finalizar la actividad.
- En la arteria radial, con los dedos índice, medio y anular.
La llegada del pulsómetro
Hasta la llegada de los pulsómetros al mundo del deporte el medir la frecuencia cardíaca tenía poca aplicación práctica. Durante el entrenamiento era imposible realizar una medición continua de la frecuencia cardíaca y la única forma de intentar mantener la intensidad buscada era por sensaciones. A finales de la década de los 80 el uso del pulsómetro se extendió entre deportistas profesionales y poco a poco con el abaratamiento de estos fue llegando a todos los aficionados.
Los pulsómetros más extendidos a día de hoy son los que disponen de una banda pectoral que es la encargada de captar los latidos de nuestro corazón y transmitir esa información al reloj o ciclocomputador que nos la mostrará en pantalla.
¿Cómo medir la frecuencia cardíaca mediante sensor óptico?
La medición de la frecuencia cardíaca sin necesidad de banda ha sido la última evolución en cuanto a los pulsómetros. Es una tecnología todavía en pañales y el grado de fiabilidad de la misma en algunas circunstancias no es óptimo. Sin embargo la gran baza es la comodidad y el poder monitorizar la frecuencia cardíaca de manera continua y sin necesidad de ningún elemento adicional.
La técnica de medición es la siguiente: la sangre es roja porque refleja la luz roja y absorbe la luz verde. Estos sensores, lo que hacen es emitir luz verde con unos LEDs y utilizan unos foto diodos sensibles a la luz para recibir la luz reflejada por la muñeca.
Como medir la frecuencia cardíaca: Al corazón latir, el flujo arterial en la muñeca aumenta y por lo tanto la absorción de la luz verde es mayor. El sensor lo que hace es lanzar varios cientos de ráfagas de luz verde por segundo contra la muñeca, captando al mismo tiempo qué cantidad de esta luz se ha absorbido.
De esta manera se sabe las pulsaciones por minuto del corazón. El problema de esta tecnología es que requiere que el emisor este correctamente colocado y no se mueva, de lo contrario la lectura no es precisa.